martes, febrero 17, 2009

una resurrección de la belleza

autografojfok
aldea

Mi blanca soledad—
aldea abandonada.

Revuelo de perezas
sobre la torre de un anhelo
que tañe sus horizontes.

Pintadas negras de la desolación.
Yunques abandonados y puentes solariegos.

Se ha sentado el dolor como un cacique
en el banquillo de mi corazón.

Las lluvias estancadas de mis sueños
se han cubierto de musgo.

En el horno apagado del silencio
mis frutos maduraron
estérilmente.

Perdí mi itinerario en el desierto.

¡Hospedería triste de mi vida
en donde solo se aposentó el azar!

En una pradería de cansancios
balan estrellas mis ovejas grises.

Lugarón sin destino;
las calles andariegas
beatas de mi ser
son manos
contemplativas
que van perdiendo soles.

de Molino Rojo

XVI

Ha entrado la noche,
la noche de los días con sus noches, las tierras frías y los bosques muertos.

Ha entrado la noche de la carne y de los sentidos,
la noche de las tierras caídas y los cielos muertos.

A la luz de alma crece tu alma, crece mi alma:
a la luz de alma padecemos en cosas,
y tu pavor en mi pavor, y mi pavor en tu pavor,
toda tu soledad, toda mi soledad.

Ha entrado la noche:
y yo rezo en tu canto,
tu canto en la oración en la noche de los sentidos.

Tu corazón se enciende en tu esperanza;
mi corazón se enciende en mi esperanza.
En sí se gozan las lunas de sueño y los soles de paz de tu alma y mi alma.
Asidas con tus manos lunas de amor; asidos con tus manos soles de amor.

de Estrella de la mañana

Resurrección

Esta luz, esta forma que no es mía
Tiene mi propia luz, mi propia huella,
En armonía extraña con la estrella,
Celeste flor lejana, ardiente y pía.

Y en el tono menor de la tristeza,
La hermana luz, la hermana forma canta,
Canta, anuncia, cual buena nueva santa,
Una resurrección de la belleza.

de Poemas no reunidos en libro

Jacobo Fijman, Uriff, Besarabia,1898 - Buenos Aires, 1970
fuente: Jacobo Fijman, Poesía completa, Colección Pez Náufrago, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2005

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