lunes, octubre 05, 2009

edna st. vincent millay. euclides a solas


Euclides, a solas

Euclides, a solas, ha contemplado la Belleza desnuda.
Callad a todos los que barbotean sobre la Belleza
Y déjadlos postrarse sobre la tierra y
Alabarse a sí mismos, en el instante en que
Miran la nada, enmarañados, en forma de cambiante linaje,
Yendo a ninguna parte; dejad que los gansos
Graznen y silben, porque los héroes buscan liberarse
De la sucia esclavitud hacia el aire luminoso.
¡Oh hora que ciegas, oh sagrado y terrible día,
Cuando el rayo, por primera vez, iluminó su visión
Con la luz de las formas! Euclides, a solas,
Ha contemplado la Belleza desnuda. Afortunados aquellos
Que, por una única vez, y aunque después se hayan alejado,
Escucharon su enorme sandalia atacando la piedra.

Edna St. Vincent Millay, 1892, Rockland, Maine – 1950, Austerlitz, New York
Versión © Silvia Camerotto
Imagen: Rafael, La escuela de Atenas, en Arquivolta

Euclid Alone


Euclid alone has looked on Beauty bare.
Let all who prate of Beauty hold their peace,
And lay them prone upon the earth and cease
To ponder on themselves, the while they stare
At nothing, intricately drawn nowhere
In shapes of shifting lineage; let geese
Gabble and hiss, but heroes seek release
From dusty bondage into luminous air.
O blinding hour, O holy, terrible day,
When first the shaft into his vision shone
Of light anatomized! Euclid alone
Has looked on Beauty bare. Fortunate they
Who, though once only and then but far away,
Have heard her massive sandal set on stone.

2 comentarios:

Griselda García dijo...

Hermoso, hermoso.

Pablo Seguí dijo...

¡Qué hermoso poema! Gracias por traducirlo.