sábado, marzo 26, 2011

julio cortázar. hablen, tienen tres minutos y otros poemas



Hablen, tiene tres minutos

De vuelta del paseo
donde junté una florecita para tenerte entre mis dedos un momento,
y bebí una botella de Beaujolais, para bajar al pozo donde bailaba un oso luna,
en la penumbra dorada de la lámpara cuelgo mi piel
y sé que estaré solo en la ciudad
más poblada del mundo.

Excusarás este balance histérico, entre fuga a la rata y queja de morfina,
teniendo en cuenta que hace frío, llueve sobre mi taza de café,
y en cada medialuna la humedad alisa sus patitas de esponja.

Máxime sabiendo
que pienso en, ti obstinadamente, como una ciega máquina,
como la cifra que repite interminable el gongo de la fiebre,
o el loco que cobija su paloma en la mano,
acariciándola hora a hora,
hasta mezclar los dedos y las plumas en una sola miga de ternura.

Creo que sospecharás esto que ocurre,
como yo te presiento a la distancia en tu ciudad,
volviendo del paseo donde quizá juntaste
la misma florecita, un poco por botánica,
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solo, que nos demos
un pétalo, aunque sea un pastito, una pelusa.


Si he de vivir

Si he de vivir sin ti, que sea duro y cruento,
la sopa fría, los zapatos rotos, o que en mitad de la opulencia
se alce la rama seca de la tos, ladrándome
tu nombre deformado, las vocales de espuma, y en los dedos
se me pequen las sábanas, y nada me de paz.
No aprenderé por eso a quererte mejor,
pero desalojado de la felicidad
sabré cuánta me dabas con solamente a veces estar cerca.
Esto creo entenderlo, pero me engaño:
hará falta la escarcha del dintel
para que el guarecido en el portal comprenda
la luz del comedor, los manteles de leche, y el aroma
del pan que pasa su morena mano por la hendija.

Tan lejos ya de ti
como un ojo del otro,
de esta asumida adversidad
nacerá la mirada que por fin te merezca.


Julio Cortázar, Bruselas, 1914- París, 1984
en Salvo el crepúsculo, Suma de letras, Buenos Aires, 2004
imagen Pamela Wilson© – The Absinthe Drinker and the Hostile Silence, en Uno de los nuestros

1 comentario:

El poeta ocasional dijo...

Si he de vivr: Hermoso poema, uno entre los mejores