domingo, diciembre 09, 2012

francisco de quevedo. 296. compara el discurso de su amor con el de un arroyo


**

296. Compara el discurso de su amor con el de un arroyo

Torcido, desigual, blando y sonoro,

te resbalas secreto entre las flores,
hurtando la corriente a los calores,
cano en la espuma y rubio en el oro.

En cristales dispensas tu tesoro,

líquido, plectro a rústicos amores;
y templando por cuerdas ruiseñores,
te ríes de crecer con lo que lloro.

De vidro, en las lisonjas, divertido,

gozoso vas al monte; y, despeñado,
espumoso encaneces con gemido.

No de otro modo el corazón cuitado,

a la prisión, al llanto se ha venido
alegre, inadvertido y confiado.


**

298. Amante que hace lección para aprender a amar de maestros irracionales

Músico, llanto, en lágrimas sonoras,

llora monte doblado en cueva fría,
y destilando líquida armonía,
hace las peñas cítaras canoras.

Ameno y escondido a todas horas,

en mucha sombra alberga poco día;
no admite su silencio compañía:
solo a tí, solitario, cuando lloras.

Son tu nombre, color y voz doliente

señas, más que de pájaro de amante;
puede aprender dolor de ti un ausente.

Estudia tu lamento y tu semblante

gemidos este monte y esta fuente,
y tienes mi dolor por estudiante.

**

326. A unos ojos hermosos que vio al anochecer
en Toscano

Diviso il sole partoriva il giorno,

languido nella tomba d'Occidente;
risorse dal sepolchro il lume ardente
di bionde stelle coronato intorno.

Era di maesta imperiosa adorno

il mio signor, che co 'l pensier cocente
la mia vita depreda egra, giacente,
per far incinerir il suo soggiorno.

La vita che die al giorno, a me la tolse,

prodiga a lui di luce ed me avara,
donna la amai, e riverila dea.

Ligommi il core il biondo crin, che sciolse,

che dal suo sguardo ad esser crudo impara,
e vedi fulminante Citherea.


Francisco de Quevedo, Madrid, 1580 — Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 1645
de Sonetos amorosos
en Francisco de Quevedo, Obra poética I, Edición de José Manuel Blecua, Editorial Castalia, Madrid, 1999
imagen de Odilon Redon, Pandora, en Odilon Redon



No hay comentarios.: