domingo, enero 13, 2013

elizabeth bishop. conversación




Conversación

El tumulto en el corazón
sigue haciendo preguntas.
Y luego se detiene y comienza a responder
en el mismo tono de voz.
Nadie podría decir la diferencia.

Poco inocentes, comienzan estas conversaciones,
y luego involucran los sentidos,
casi sin querer.
Y luego no hay opción,
y luego no hay sentido;

hasta que un nombre
y toda lo que connota son lo mismo.

***
Un arte

El arte de perder no es difícil de dominar;
tantas cosas parecen decididas a 
perderse que su pérdida no es una catástrofe.

Pierde algo cada día. Acepta el desbarajuste
de llaves perdidas, la hora malgastada.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Luego practica perder un poco más, pierde más rápido:
lugares, y nombres, y allí donde pensabas
viajar. Nada de esto causará una catástrofe.

Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! se fueron mis tres últimas
o penúltimas casas amadas.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Perdí dos ciudades hermosas. Y,  aun más
algunos reinos que  tuve, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no fue una catástrofe.

Incluso perderte a ti  (la voz burlona, un gesto
que amo) no mentiré. Es evidente
el arte de perder no es muy difícil de dominar

aunque parezca (¡Escríbelo!) una catástrofe.



Elizabeth Bishop, Worcester, 1911- Boston, 1979
Versión © Silvia Camerotto
Imagen de David Bowers©, The Three Graces,en  Uno de los nuestros

Conversation
The tumult in the heart
keeps asking questions.
And then it stops and undertakes to answer
in the same tone of voice.
No one could tell the difference.

Uninnocent, these conversations start,
and then engage the senses,
only half-meaning to.
And then there is no choice,
and then there is no sense;

until a name
and all its connotation are the same. 

One Art
The art of losing isn't hard to master; 
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster,

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn't hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother's watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn't hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn't a disaster.

- Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan't have lied. It's evident
the art of losing's not too hard to master
though it may look like (Write it!) like a disaster. 

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